28 Jun El poder sanador de la amabilidad
A diferencia de las cicatrices, las cuales se ven fácilmente en la superficie de nuestra piel, las cicatrices emocionales provocadas por los traumas y los problemas de salud mental no son tan visibles porque suelen estar ocultas dentro de nosotros. La verdad es que sólo somos conscientes de nuestra realidad y de los acontecimientos que enfrentamos, por lo cual es imposible conocer con exactitud las luchas a las que se enfrentan las personas que nos rodean.
Este fenómeno, por simple que parezca, resalta la importancia de la bondad; un acto de bondad es una pequeña piedra arrojada a un inmenso lago; en otras palabras, el efecto dominó, cualquier acción por pequeña que parezca llega a lugares muy lejanos y genera cambios significativos. Mostrar empatía hacia los demás es algo que puede inspirar a otros a hacer lo mismo.
Junio es el mes de la concienciación sobre el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) y, aunque la amabilidad es una cualidad indispensable, este mes nos recuerda que muchas personas llevan consigo una carga emocional adonde sea que vayan y están lidiando con ella. Los traumas y los problemas de salud mental son multifaceticos y no hay una manifestación singular de ellos, además pueden ser consecuencia de la combinación de experiencias vividas, como por ejemplo la falta de validación, de reconocimiento y/o esperanza. También pueden derivarse de experimentar el vacío de no recibir lo que consideramos esencial para el crecimiento personal, por ejemplo, relaciones amorosas, tiempo de calidad con los seres queridos o incluso aceptación personal.
Una y otra vez se nos recuerda que el amor y la conexión humana son la base de nuestro bienestar y deben ser valorados. La amabilidad, en cualquiera de sus formas, ayuda a fomentar este entorno de cooperatividad, apoyo y aceptación que crea más espacio para fortalecer el bienestar. La amabilidad empieza por ti y para ti.