29 Abr Toma tu Tiempo y Mantente Atento
La atención plena es lo que hace posible que veas el salvavidas cuando sientes que te ahogas…
La conexión con lo que sucede dentro y fuera de ti, es lo que te permite identificar que necesitas para continuar el camino.
La disposición a estar contigo mismo cuando estas en medio de la tormenta es lo que fortalece la relación con tu ser y te provee las experiencias que informan a tu consciencia que puede contar con tu apoyo.
El día a día de esta experiencia humana nos provee infinitas oportunidades de aprendizaje, unos más cómodos otros bastante desafiantes, pero al fin y al cabo todo depende de como decidimos percibirlo. Es de gran relevancia ampliar la gama de colores de los lentes con que miramos la vida. Te aseguro no es suficiente con mirar solo desde el “blanco o negro”. Y es importante además tener en cuenta una palabra que usamos mucho en ciencias: EL PROCESO. Vivimos en una época donde la inmediatez reina y la tolerancia a esperar un minuto cada vez es más reducida. Y así, desde esa inmediatez, queremos vivir las relaciones a todo nivel y resulta que no aplica, porque nuestra humanidad es tan compleja y única para cada individuo que los ritmos no son uniformes.
Situaciones inesperadas a nivel laboral, familiar, de pareja, consigo mismo, suceden de manera constante y generalmente la primera reacción es de rechazo, de resistencia, de sentirse amenazado o incluso atacado, lo cual dispara todas nuestras alarmas internas generando actitudes de rabia, retiramiento, evitación, displicencia, entre otras. Si eso es lo que experimentas, no lo rechaces, déjalo ser porque es parte del proceso. No necesariamente te vas a quedar allí, pero si puede tomarte más tiempo salir de ese estado si te resistes. Así que date permiso de sentir lo que sientes, tal como lo sientes, especialmente cuando estas en tu propia compañía. Se honesto contigo mismo y si la frustración, rabia, incertidumbre, preocupación, etc. son las que dominan el escenario, permíteles que se expresen. Lo que si es importante es que no las alimentes, no vayas a cerrar los desagües arriesgándote a que el agua se represe, no vayas a aferrarte a las historias de tormentas pasadas, no es necesario añadirle más a la situación, simplemente deja que saquen lo que tengan que sacar, deja que termine su escena, su presentación, normaliza su presencia. Deja que sean como la tormenta que viene cargada de nubes oscuras, esparce rayos, derrama diluvios y finalmente se debilita y disipa dejando que la claridad haga su entrada.
Así mismo, después de la tormenta emocional, el cielo de tu interior aclarara, las nubes se harán menos intensas y ganaras la posibilidad de ver otra perspectiva y tal vez ensayar diferentes colores de lentes.
El proceso continua y tu mantén tu atención y consciencia en él. ¿De qué te das cuentas ahora?
