12 Jul Una invitación a entender lo que significa la autocompasión
Vivimos en una sociedad y época que poco tolera emociones difíciles como la rabia, la tristeza, la decepción, la envidia, el miedo, la vergüenza, la duda, y en general cualquier sensación de dolor emocional. Ante la presencia de estas emociones, la tendencia es a reactivamente apurarnos a buscar una distracción o un método que, aunque sea por un momento, elimine o enmascare la incomodidad que estamos experimentando. En otras palabras, en el afán de escapar o evitar elegimos ocuparnos excesivamente o usar algún tipo de “anestésico emocional” (licor, drogas, comida, sueño, distracciones y/o excesivas ocupaciones, etc.). Es casi como si hubiese un acuerdo socio-cultural que nos dice que sólo emociones agradables son permisibles. Este es el inicio de uno de los hábitos más comunes en el presente el “escapismo emocional”
El problema, es que nuestra mente y nuestra alma no clasifican las emociones como negativas o positivas, no le es posible al ser humano (genuinamente) sólo disfrutar lo placentero y asumir que lo incómodo no existe. No es posible ni real creer que siempre deberíamos estar en estado de felicidad. Es así como en su intento de “eliminar” las emociones difíciles, resulta anestesiando su capacidad de pleno disfrute de ciertas emociones y su habilidad para responder o manejar otras. Mejor dicho, entramos entonces en un estado de “constipación emocional”.
Además de la “constipación emocional”, nuestra sociedad también sufre de intolerancia al error, a la imperfección, es decir la negación de nuestra condición humana. Es un comentario común de las personas el sentir que no son lo suficientemente buenas, que son incompetentes, que no son valiosas. Esta actitud hacia nosotros mismos lleva a que la conversación interna de la mayoría de las personas gire en torno a la critica, al uso auto-hiriente de palabras y juicios, y por tanto a una relación casi de rechazo hacia si mismos.
Para sanarnos emocionalmente es esencial poner en práctica el arte del vivir en el aquí y el ahora (mindfulness) y cultivar la capacidad de tratarnos a nosotros mismos con bondad, como trataríamos a la persona a quien mas queremos y valoramos en este mundo (autocompasión o self-compassion).
El desarrollo de la habilidad de estar presente en cada momento, viviendo de manera consciente cualquier experiencia (agradable o desagradable), estando atentos, presentes, sin pretender juzgar o cambiar las experiencias, solo viviéndolas, recordando que la vida ocurre sólo en el momento en que respiramos, es lo que se llama: Mindfulness o consciencia plena.
Cultivar una actitud compasiva hacia nosotros mismos abre el espacio para percibirnos tal como somos, con una mayor comprensión y realismo, con bondad, con deseo por nuestro propio bienestar y el amor que merecemos sólo por el hecho de existir. Esta actitud libera la mente de juicios y sufrimientos innecesarios dando paso a que podamos responder mejor en situaciones difíciles. Sólo piensa: si la persona que más quieres en este mundo te comparte que cometió un error, le dirías las mismas palabras que te dices a ti mismo (a) cuando te equivocas?
Contrario a lo que muchas personas piensan, tener compasión por uno (a) mismo (a) está lejos de ser un acto de debilidad o una excusa para seguir cometiendo errores. Tampoco se trata de sentir lástima hacia uno (a) mismo (a), pues cuando esto es lo que sucede, la persona de manera egocéntrica cree que es la única en el mundo que sufre, exagera su sufrimiento, tiende a ser más manipulable y a quedarse atrapada en su propio drama. Mucho menos se relaciona con ser auto-indulgente consigo mismo o en otras palabras, excusarse o justificarse y no hacerse responsable de las propias acciones. Ya que la auto-compasión implica desearse lo mejor a uno mismo, lo que sucede es que quienes la practican tienden a desarrollar más motivación para ser mejores cada día. En contraste, quienes se tratan de manera más exigente y dura, experimentan un efecto contraproducente que dificulta el ver y aceptar las verdades difíciles sobre uno mismo y por tanto perpetuar el ciclo de “escapismo emocional” o de auto-abuso emocional.
La autocompasión te permite que cuando te das cuenta de cosas que no te gustan de ti mismo (a), cometes errores o estés pasando por un momento difícil, puedas reconocer y honrar tu condición humana, percibirte de manera más real y comprensiva, y que en vez de ignorarte o tratarte mal, puedas reconocer que estás pasando por un momento complicado e identificar cómo consolarte, cuidar de ti mismo y más libremente tomar acciones correctivas. Es un acto de empoderamiento, ya que tú mismo (a) te estás dando el apoyo que necesitas en primera instancia en vez de esperar que sean otros los que se encarguen del asunto.
En conclusión, no temas a tratarte con bondad, ni vivir presente con consciencia plena ya que la combinación de estas dos actitudes posibilitan que te veas con claridad, genuinamente, sin temor a auto-condenarte y por tanto con mas fuerza para hacer cambios en tu vida y continuar con tu crecimiento personal.