01 Mar Diez Minutos…

Tan solo 10 minutos…

10 minutos  q hubiesen podido ser gastados en ver noticias, intoxicarme con esta cadena interminable de experiencias negativas, tragedias, tristezas e información manipulada.

10 minutos q hubiesen podido ser para simplemente pasar por el muro de Facebook mirando por las ventanas de vidas ajenas, para sumergirse en espejismos de la imagen  proyectada por otras personas, creyendo que ese es el ideal y abandonando aun mas el contacto con la realidad interna, con la verdad dentro de nuestra propia alma.

10 minutos para deslumbrarnos con el brillo de cada nuevo ofrecimiento que el mundo virtual ofrece, atrapándonos con la elocuencia de algunas frases, como si ese saber no estuviera dentro de nuestro ser.

10 minutos de distracción

10 minutos de desconexión

10 minutos donde podría estar de manera autómata pasando de canal en canal…

10 minutos de ausencia del presente

10 minutos que se convierten en horas a pesar de esa pequeña voz interna que nos notifica que ya hemos estado conectados a internet y desconectados de la intranet por mucho tiempo.

10 minutos en los que podemos elegir detenernos y notar:

• Las múltiples sensaciones en nuestro cuerpo, notando que es lo que en realidad necesita o nos quiere comunicar.
• La presencia del ritmo vital de nuestra respiración.
• El sabor de lo que bebemos o comemos.
• La belleza del cielo, los arboles, el mundo natural a nuestro alrededor.
• El canto de los pajaros o las ranas, la temperatura que roza nuestro cuerpo, el sol o la luna reflejándose en el agua creando brillantes reflejos como estrellas titilando.
• El gesto en la cara de nuestros seres queridos.
• El efecto que tiene decir un “te quiero” o “gracias” mirando a los ojos a la persona a quien quieres transmitir el mensaje.
• Las emociones (placenteras o incomodas) que se están moviendo dentro de nosotros, mirándolas con deseo de entendimiento en vez de juicio y sin afán de reaccionar.

Te invito a que emplees al menos 10 minutos para estar presente en este momento, tal como es, sin cambiarlo, sin quitarle o añadirle, viviéndolo a plenitud (aunque sea difícil, pues la dificultad es mensajera de conocimiento).

Te invito a que te regales 10 minutos para alimentar tu alma.  No esperes que nadie la llene o que otro ser humano, cosa o situación, te regale felicidad.  La felicidad sucede por momentos y nace de nuestra propia elección de cual es la actitud con la cual queremos vivir.

Te invito que te sientes 10 minutos con la persona a quien ves mas a menudo: tu.  Siéntate en tu propia compañía con paciencia, con apertura, con amigabilidad, con el deseo de descubrirte, de entenderte y quererte.

Te invito  a que uses 10 minutos de los 1440 que tienen las 24 horas del día, para sentir y sentirte, para escuchar y escucharte, para darte cuenta de ti y de quienes te rodean, para respirar pausada e intencionalmente, para regalarte la gentileza con la que tratarías a quien mas quieres.

Empieza ya, regálate 10 minutos de conexión contigo mismo (a) cada día y nota como tu vida se empieza a transformar.

Tan solo 10 minutos… tan frecuente como puedas!

Bienvenido a la vida con consciencia… con presencia.