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La Navidad

La NAVIDAD  para muchos es un tiempo que invita a la  alegría, a la unión familiar, al compartir, a decorar y disfrutar de comidas típicas y tradiciones culturales.  Para otras personas puede pasar desapercibida ya sea porque no hace parte de la tradición cultural o religiosa, o porque en otros tantos casos puede ser una época que se asocia a experiencias difíciles, a recuerdos dolorosos que se levantan como fantasmas cruzando las puertas del pasado.

Sea cual sea tu experiencia, recuerda que tienes el derecho de vivirla de la manera que mejor resuene con quien eres.  Ten presente que las personas que te rodean pueden tener otra perspectiva y no entender tu postura, en ese caso recuerda que se trata solo de diferentes formas de percibir, diferentes historias de vida, diferentes experiencias.  Recuerda también que puedes ejercer tu derecho de establecer limites amorosos, expresando con honestidad tu sentir y preferencias, en vez de obligarte a seguir la tendencia.   Tampoco es necesario arremeter contra las ideas diferentes a las propias, solo se trata de mantener una postura respetuosa de uno mismo y los demás.

Sin duda alguna nuestro pasado puede afectar nuestro presente y futuro, sin embargo recuerda que es posible que esas experiencias dolorosas permanezcan como cicatrices sin que tengan que continuar desangrándote después de que los años han pasado.   Puedes honrar tus historias de vida, tus perdidas, tus dolores mediante el reconocimiento del hecho que las has sobrevivido y simultáneamente permitirte que emerja dentro de ti el espacio, la posibilidad de conectarte con el momento presente, con lo que hoy la vida le ofrece.   No creas que por no centrar tu atención completamente en lo difícil que has vivido quiere decir que te olvidarás.  No, tu mas que nadie sabes que los capítulos del libro de tu vida están allí, es solo que no necesitas quedarte leyendo y leyendo los mas antiguos limitándote para escribir nuevas paginas… esas que ocurren mientras respiras, aquí y ahora.

Si experimentas resistencia respecto a las festividades de fin de año y a todo este ambiente navideño, tal vez puedes tomar un paso para reconstruir tu pensar y sentir acerca de esta época, de una manera tal que no te cause dolor, desánimo, frustración y un deseo de salir corriendo a esconderte de ella.  Piensa que la palabra NAVIDAD viene del latín Nativitas, que significa nacimiento.   Así pues, lo que originalmente celebra la tradición judeo-cristiana es el Nacimiento de Jesús.  Que tal si puedes ver esta época como un tiempo de nacimiento. Nacimiento como la acción de iniciar algo, de permitirte crear, cambiar, reconstruir, fluir hacia algo nuevo o diferente.  Por ejemplo, podría ser este el momento para permitirte nacer a una mejor relación contigo mismo (a), para darle inicio a algo que siempre has querido hacer y no te has atrevido como aprender algo nuevo, para explorar un nuevo camino profesional, para iniciar una nueva manera de relacionarte con tus seres queridos, para arriesgarte a salir paulatinamente de tu zona de comodidad.  Independientemente de que celebres o no la Navidad, considera la posibilidad de que se convierta en una experiencia interna, una experiencia de conexión con tu mundo interior y con las posibilidades infinitas que existen, cuando nos atrevemos a ampliar nuestras perspectivas.

Feliz Navidad! De la forma en que decidas celebrarla!

Diana Castaño
diana@thepowerinsideyou.com